La liposucción láser o lipoláser no invasivo es la versión evolucionada del método tradicional. Emplea un equipo de alta definición para deshacer la grasa en vez de succionarla como ocurre con la liposucción convencional.
El efecto se logra gracias al calor del láser que transforma la grasa en una sustancia aceitosa, más adelante eliminada por el organismo. Para ello el cirujano realiza una incisión pequeña por la que introduce una cánula fina con fibra óptica en un extremo; por allí se transmite la energía láser.
La intervención es ambulatoria, recomendada para depósitos de grasa mínimos a los que difícilmente se llega con la liposucción normal. A favor de esta técnica, destacamos que el paciente puede realizar sus actividades sin impedimento físico, transcurridas 24 horas.
Casos en los que se recomienda la liposucción láser
Probablemente creas que cualquiera puede ser un candidato al lipoláser, pero hay casos específicos en los que se recomienda:
- Para eliminar depósitos de grasa en la cara interna de muslos, tobillos, rodillas, glúteos, papada, cuello, brazos y abdomen.
- Para retocar liposucciones previas ejecutadas de la manera tradicional, sin resultados satisfactorios.
- Para tratar pieles de contracción dificultosa, por ejemplo el área abdominal después de un embarazo.
- Para suprimir cúmulos grasos e incrementar el volumen en áreas como glúteos o mamas.
¿Cuándo está contraindicado someterse al lipoláser?
El lipoláser no es el tratamiento corporal de referencia para todos los casos. Lo mejor es asesorarse para saber qué es lo que más se ajusta a las necesidades de la persona y, a partir de ahí, seleccionar la técnica (hay muchísimas).
Para la pérdida de peso, la liposucción láser, no es la opción ideal. Lo recomendable es recurrir a ella después del régimen para deshacerse de los depósitos de grasa que queden pendientes.
Se desaconseja también en individuos con diabetes, obesidad (ver Bypass Gástrico), enfermedades cardiovasculares, piel con poca elasticidad, problemas inmunológicos y en embarazadas.
Beneficios de la liposucción láser
El objetivo del lipoláser no invasivo es moldear la figura y ayudar a que la piel recobre la tensión y colágeno, para que no luzca flácida y agrietada. A su vez, hay una lista de ítems que demuestran sus ventajas con respecto al método tradicional:
- Se trabaja con anestesia local, lo que quiere decir que es más rápido. En ocasiones podría haber sedación mínima, acordada con el paciente.
- Reduce efectos secundarios, entre ellos las inflamaciones o hematomas. Esto hace que la recuperación sea simple y rápida.
- Es posible trabajar tanto el cuerpo como la cara, además de puntos de difícil acceso como cara anterior de las rodillas, gemelos y parte alta del estómago.
- La piel se adapta mejor a la silueta nueva. Los efectos se ven más naturales.
- Reduce al mínimo las cicatrices, porque la cánula es tan delgada que no hay grandes incisiones, son imperceptibles. Son de 1 milímetro a 2 milímetros.
- Manteniendo hábitos saludables tras la intervención, los resultados son duraderos.
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Otras consideraciones
Entre otros puntos que hay que valorar antes de optar por la liposucción láser, el precio sobresale.
Las cantidades variarán dependiendo del país, la clínica y el cirujano, además del número de zonas a tratar con el lipoláser. Normalmente el precio parte de los 1.500 euros y puede superar los 4500.
Es primordial averiguar la fiabilidad y certificación sanitaria del centro elegido, así como del especialista. Las referencias aportan peso a la hora de dar el “sí”.
¿Será o no molesto el postoperatorio? Esta es una duda común. Experiencias de pacientes coinciden en que, si acaso, perciben alguna molestia. Lo que deben tener presente es llevar una faja o compresor durante tres semanas, para que la piel se adhiera adecuadamente a los planos profundos.