¿Qué es la labioplastia?
La labioplastia es una intervención quirúrgica que se realiza con el objetivo de corregir las anomalías congénitas de la vagina y mejorar, a su vez, el aspecto externo de los genitales externos femeninos sin pérdida de la sensibilidad en la zona. El procedimiento fue realizado por primera vez por Hodgkinson en 1983. Esta operación se realizaba solo en determinados pacientes, principalmente en niñas y adolescentes con hipertrofia de los labios menores de la vagina.
La labioplastía, es una operación genital femenina que consiste en la reducción quirúrgica de los labios menores (y, algunas veces incluye la reducción del prepucio del clítoris). Puede acompañarse de una pequeña infiltración de grasa, que hace que se obtenga un mayor volumen en los labios vaginales. Está indicada como intervención cosmética en pacientes con hipertrofia de labios menores que presentan incapacidad funcional y/o estética. Hasta la fecha no se han definido sus causas, pero se asocian a determinados factores tales como: desbalance hormonal, tratamiento con andrógenos, irritación crónica de la zona de los labios, los partos y el envejecimiento.
Las mujeres afectadas con hipertrofia de labios menores acuden a la consulta médica por causas estéticas, pero también en casos de disfunción. Habitualmente indican molestias al usar ropa ajustada, pueden presentar roces en determinadas actividades deportivas, o simplemente no se sienten cómodas al estar desnudas.
¿Cómo se realiza una labioplastia?
El procedimiento quirúrgico consiste específicamente en la eliminación del exceso de todo el tejido secundario en los labios menores. También en muchos casos puede combinarse con otra intervención: el aumento de los labios mayores. Este último se realiza a través de infiltraciones de acido hialurónico, y algunas veces utilizando la grasa de otras partes del cuerpo del paciente. Para disminuir el tamaño de los labios generalmente se retira la grasa de los mismos mediante una liposucción.
La labioplastia es un procedimiento sencillo. La intervención se lleva a cabo de forma ambulatoria, y solo dura treinta minutos pero en algunos casos pudiera extenderse hasta 1 hora.
La operación se realiza con la paciente acostada en posición ginecológica previamente rasurada. Se realiza la asepsia y antisepsia de la zona vulvar y perineal. A la vez se realiza una evaluación exhaustiva de la anatomía de la zona para determinar las características individuales de la paciente. En muchos casos, el exceso de piel se prolonga desde los labios menores confrontando el lado interno del labio con el objetivo de lograr una excelente simetría. Después de retirar el tejido sobrante se previene el sangrado empleando el electrobisturí. El cierre de la herida puede realizarse utilizando diferentes técnicas de sutura como los puntos separados, intradérmicos o continuos. Durante la operación se administra una dosis de antibiótico endovenoso de amplio espectro. En el postoperatorio se administra un potente analgésico.
Uno de los principales cuidados a considerar en esta cirugía es evitar la sobrecorrección.
Recuperación
La evaluación inicial postoperatoria habitualmente se realiza a los 7 días y luego a los 30 días de la operación, cuando por lo general, se da definitivamente el alta. Durante ese tiempo deben evitarse actividades deportivas que impliquen roce local de los labios genitales. Las molestias posteriores a la operación dependen mucho de cada mujer y del nivel de inflamación de la zona. Es normal que en las 48 horas siguientes, la zona se inflame y aparezcan hematomas. Dicha inflamación puede provocar molestias a la hora de caminar, por eso se recetan analgésicos y antiinflamatorios, para que las molestias sean las menos posibles.
Lo recomendable es que la paciente haga un reposo relativo durante dos días para reducir la inflamación, evitando la realización de esfuerzos físicos. El uso de ropa cómoda y amplia durante los primeros días ayuda a evitar los roces e irritaciones.
Durante las 48 horas siguientes a la operación pueda aparecer febrícula, sangrado menor o secreciones alrededor de la cicatriz. Para aliviar todas las molestias y la hinchazón después de la operación, debe aplicarse frío seco. La labioplastia en la mayoría de los casos no requiere hospitalización.
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Cuidados
Es importante mantener una buena higiene de la zona genital. Se recomienda lavar la vagina el día siguiente. Según indicaciones médicas, en algunos casos, es recomendable esperar dos días. Para lavar la zona operada lo mejor es usar un jabón especial. Usar producto antiséptico o el producto que le recomiende su médico es indispensable. Se debe evitar usar cualquier tipo de jabón o loción normal ya que pueden contener un PH que irrite la zona operada.
Para secar la zona genital, después del lavado, se recomiendan pequeños toquecitos de toalla. El lavado se debe hacer con frecuencia siguiendo siempre las indicaciones del médico.
Otros elementos a tener en cuenta es la alimentación. Ésta debe ser balanceada, rica en Vitamina C y antioxidantes para estimular la cicatrización. El empleo de antiinflamatorios y medicamentos para aliviar el dolor es necesario como parte de las medidas del postoperatorio. Debe evitarse la toma de aspirinas o ibuprofeno por la elevada incidencia de hematomas.
Dependiendo de las técnica utilizada durante la labioplastia se suele recomendar entre una semana y diez días de reposo.
Labioplastia precio
La cirugía plástica genital femenina puede ser de diferentes tipos. El coste varía en función de la técnica quirúrgica aplicada. El precio aproximado oscila entre los 1.500 y 2.300€.