La Artroplastia de rodilla reemplaza una articulación de rodilla dañada, desgastada o enferma. El objetivo es eliminar el dolor y restaurar la movilidad.
También es conocida como Cirugía de reemplazo de rodilla.
El cirujano cubre los extremos de los huesos que forman la articulación de la rodilla con componentes metálicos o plásticos, o implanta una prótesis en forma de articulación. Esto permite que la rodilla se mueva correctamente.
La Artroplastia o cirugía de reemplazo de rodilla ayuda a los pacientes cuya rodilla o rodillas se han degenerado debido a osteoartritis, artritis reumatoide o artritis postraumática, cuando una lesión ha dañado la rodilla.
Se considera un procedimiento rutinario. Cada año, se realizan más de 600,000 cirugías de reemplazo de rodilla en los Estados Unidos, en España la cifra ronda las 50000. La mayoría de los pacientes tienen entre 50 y 80 años. Más del 90 por ciento de los pacientes experimentan una mejora drástica en los niveles de dolor y movilidad.
Mientras el paciente siga las instrucciones del cirujano para el cuidado de la rodilla, en el 90 por ciento de los casos, una rodilla de reemplazo funciona bien durante 15 años, y entre el 80 y el 85 por ciento de los reemplazos duran 20 años.
¿Qué es la artroplastia de rodilla y por qué es útil?

La artroplastia significa literalmente “la reparación quirúrgica de una articulación”, e implica la reconstrucción por medio de cirugía y el reemplazo de las articulaciones dañadas, utilizando materiales artificiales o prótesis.
Cuando el cartílago articular de la rodilla se daña o se desgasta, la movilidad de la rodilla empeora. En lugar de deslizarse uno sobre el otro, los huesos se frotan y se aplastan.
Con una prótesis, el paciente sentirá menos dolor y la rodilla se moverá adecuadamente.
¿Por qué someterse a una cirugía de reemplazo de rodilla?
Hay tres razones comunes para realizarse una artroplastia de rodilla:
Osteoartritis: este tipo de artritis está relacionada con la edad, causada por el desgaste normal de la articulación de la rodilla. Afecta principalmente a pacientes mayores de 50 años, pero las personas más jóvenes pueden tenerla.
La osteoartritis es causada por la inflamación, la descomposición y la pérdida gradual y eventual del cartílago en las articulaciones. Con el tiempo, el cartílago se desgasta y los huesos se rozan. Para compensar, los huesos a menudo se vuelven más gruesos, lo que conlleva más fricción y más dolor.
Artritis reumatoide: también llamada artritis inflamatoria, la membrana alrededor de la articulación de la rodilla se vuelve gruesa e inflamada. La inflamación crónica daña el cartílago, causando dolor y rigidez.
Artritis postraumática: este tipo de artritis se debe a una lesión grave en la rodilla. Cuando los huesos alrededor de la rodilla se rompen o los ligamentos se desgarran, se ve afectado el cartílago de la rodilla.
¿Quiénes necesitan una artroplastia de rodilla?
La cirugía de reemplazo de rodilla puede ser adecuada para pacientes que experimentan:
- Dolor o rigidez severa en la rodilla que les impide realizar las tareas y actividades cotidianas, como caminar, subir las escaleras, subirse y bajarse de los automóviles, levantarse de una silla.
- Dolor de rodilla moderado pero continuo que permanece mientras duerme o descansa
- Inflamación e hinchazón crónica de la rodilla que no mejora después de tomar medicamentos o descansar
- Deformidad de la rodilla, donde hay un arco notable en el interior o exterior de la rodilla
- Depresión, como resultado de una incapacidad para llevar a cabo actividades diarias o sociales
Si otros tratamientos alternativos no han funcionado, la cirugía puede ser la mejor opción.
Tipos de cirugía de reemplazo de rodilla
El reemplazo de rodilla puede ser total o parcial.

Artroplastia / Reemplazo total de rodilla: La cirugía implica el reemplazo de ambos lados de la articulación de la rodilla. Es el procedimiento más común.
La intervención dura entre 1 y 3 horas. El individuo tendrá menos dolor y mejor movilidad, pero se formará tejido cicatricial, lo que puede dificultar el movimiento y la flexión de las rodillas.
Artroplastia / Reemplazo parcial de rodilla: El reemplazo parcial reemplaza sólo un lado de la articulación de la rodilla. Se extrae menos hueso, por lo que la incisión es más pequeña, pero no dura tanto como un reemplazo total.
El reemplazo parcial de la rodilla es recomendable para personas con daños en una única parte de la rodilla. El postoperatorio es más sencillo, hay menos pérdida de sangre y un menor riesgo de infección y coágulos. La estancia en el hospital y el período de recuperación son normalmente más cortos.
Preparación para la cirugía
La artroplastia de rodilla implica una cirugía mayor, por lo que la preparación preoperatoria, las consultas médicas y las evaluaciones físicas generalmente comienzan un mes antes de la fecha fijada para la operación.
Las pruebas preparatorias y diagnósticas incluirán la revisión del conteo sanguíneo, la observación de cómo coagula la sangre, la realización de electrocardiogramas (ECG) y análisis de orina.
La cirugía generalmente se realiza bajo anestesia general, espinal o epidural.
Durante el procedimiento, el cirujano retirará el cartílago y el hueso dañado y luego colocará el nuevo implante, hecho de metal, plástico o ambos, para restaurar la alineación y la función de la rodilla.
Recuperación
Un paciente que se somete a una cirugía de reemplazo de rodilla será hospitalizado de 1 a 3 días, dependiendo de cómo evolucione y responda a la rehabilitación.
Habrá dolor. Un día después del procedimiento el personal médico animará a los pacientes a levantarse y tratar de caminar, por lo general con algún tipo de ayuda. Es importante seguir las instrucciones para la rehabilitación.
Las sesiones de fisioterapia tienen como objetivo fortalecer la rodilla. Éstas pueden ser dolorosas, pero reducen significativamente el riesgo de complicaciones futuras.
Recuperación en casa
De acuerdo con la Asociación Americana de Cirujanos de Cadera y Rodilla (American Association of Hip and Knee Surgeons, AAHKS), recuperarse completamente de una cirugía de reemplazo de rodilla puede llevar hasta 3 meses.
Normalmente, los pacientes pueden conducir de nuevo entre la cuarta y sexta semana, y regresar al trabajo después de 6 – 8 semanas. La fisioterapia puede ser necesaria durante 3 meses.
Los pacientes deben cumplir con las instrucciones dadas por los médicos, las enfermeras y el fisioterapeuta.
Se le puede pedir al paciente:
- Tomar suplementos de hierro para ayudar a sanar heridas y fortalecer los músculos
- No agacharse ni levantar cosas pesadas, al menos durante las primeras semanas
- No permanecer de pie durante períodos prolongados, ya que los tobillos podrían hincharse.
- Usar muletas, un bastón o un andador hasta que la rodilla esté lo suficientemente fuerte para soportar su peso corporal
- Tomar todos los medicamentos de acuerdo con las instrucciones
- Realizar los ejercicios recomendados para fomentar la movilidad adecuada
- Mantener la pierna afectada levantada sobre un taburete al sentarse
- Evitar mojar la herida hasta que la cicatriz esté completamente curada, debido al riesgo de infección.
- Controlar cualquier signo o síntoma de infecciones, coágulos sanguíneos o embolia pulmonar

Se deben tomar precauciones para evitar una caída, ya que esto podría significar una cirugía posterior.
Las medidas útiles incluyen:
- Asegurarse de que haya un pasamanos seguro y usar un banco o silla estable y antideslizante en la ducha
- Quitar o asegurar cualquier riesgo potencial que pueda causar un tropiezo, como cables sueltos
La mayoría de las personas pueden reanudar sus actividades normales 6 semanas después de la artroplastia de rodilla, pero padecerán algo de dolor e hinchazón hasta transcurridos 3 meses. Con respecto al tejido cicatricial y los músculos estarán recuperándose durante los siguientes 2 años.
Los pacientes que se han sometido a una cirugía de reemplazo de rodilla pueden realizar actividades físicas moderadas y de bajo impacto, como caminar, nadar y montar en bicicleta, pero deben evitar los deportes extremos.
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Riesgos y complicaciones
Los reemplazos totales de rodilla tienen bajas tasas de complicaciones.
Las posibles complicaciones incluyen:
- Infección, que afecta a menos del 2 por ciento de los pacientes
- Un coágulo de sangre en las piernas, conocido como trombosis venosa profunda (TVP)
- Un coágulo de sangre en los pulmones o embolia pulmonar
- Una fractura durante o después de la cirugía
- Daño a los nervios, llevando a entumecimiento o debilidad
- Dolor o rigidez continuos
Se debe buscar ayuda médica de inmediato si el paciente tiene signos de una infección o un coágulo de sangre.
Los signos de infección incluyen fiebre, enrojecimiento, hinchazón, sangrado, drenaje o aumento del dolor alrededor del área de la operación.
Si hay enrojecimiento, sensibilidad o hinchazón debajo de la rodilla, o en la pantorrilla, tobillo o pie, esto puede indicar un coágulo de sangre en la pierna. El dolor torácico puede sugerir la presencia de un coágulo de sangre en el pulmón.
Otras complicaciones comunes de una artroplastia de rodilla incluyen:
- Reacción alérgica
- Exceso de formación ósea alrededor de la articulación artificial de la rodilla, lo que conlleva restricción del movimiento
- El exceso de tejido cicatricial restringe el movimiento de la rodilla
- Inestabilidad de la rótula, que ocasiona una dislocación dolorosa del lado externo de la rodilla
- Daño a los ligamentos, arterias o nervios alrededor de la articulación de la rodilla
- Dislocación de la rótula
- Sangrado en la articulación de la rodilla
- Desgaste de las superficies de los implantes, provocando que los componentes se aflojen
Se puede necesitar cirugía adicional si el reemplazo se afloja o se desgasta, si hay una infección grave o si la persona tiene una caída.
Alternativas a la artroplastia de rodilla
Dependiendo de la gravedad del daño, existen procedimientos alternativos. Sin embargo, la cirugía de reemplazo de rodilla tiende a tener mejores resultados a largo plazo.
El reemplazo de la rótula se puede hacer cuando sólo la rótula está dañada. Es un procedimiento quirúrgico corto con un tiempo de recuperación rápido.
La Cirugía de Mínima Incisión (CMI) consiste en un pequeño corte delante de la rodilla, a través del cual se insertan instrumentos especializados para maniobrar alrededor del tejido. El procedimiento es menos dañino para la articulación y el tiempo de recuperación es más rápido y menos doloroso.
El desbridamiento artroscópico implica la inserción de un artroscopio, un telescopio diminuto, a través de pequeñas incisiones en la rodilla. El cirujano lava la rodilla con solución salina y elimina pequeños fragmentos de hueso. Esto no es aconsejable para pacientes con artritis severa.
La osteotomía es una operación en la que se realiza un corte en el hueso de la parte alta de la tibia y se vuelve a alinear. Después de esto, el paciente ya no soportará su peso corporal en una parte de la rodilla. Se puede utilizar para pacientes más jóvenes con artritis limitada, para posponer un reemplazo de rodilla.
La implantación de condrocitos autólogos introduce nuevo cartílago de las propias células del paciente en el área dañada. Las células maduran artificialmente en un tubo de ensayo. Este procedimiento es más común en casos de lesiones accidentales.